Pintura y poesía se caracterizan por la necesaria búsqueda de imágenes para crear y recrear al mundo. Colores, palabras e inspiración, orientados por la mano de Alejandra Peña, cobran forma, llegan por la vista o el oído y estimulan a los demás sentidos. Las imágenes se superponen unas a otras, invaden nuestro ser, se abalanzan sobre los recuerdos, modifican las percepciones y nos hacen partícipes de los sentimientos de su autora.
Poesía y pintura son los materiales con que la obra de Alejandra Peña recrea un mundo cotidiano, interno, mutuo, pleno de colorido, donde todos hemos estado alguna vez. Sus imágenes, capturadas con la pluma o el pincel hacen reflexionar sobre nuestras esperanzas ideales y resultados concretos. Nos lleva de la mano, de lo posible a lo real, de la ilusión al desengaño, de la referencia a los hechos, del amor al recuerdo.
Alejandra Peña, con sus poemas y pinturas, busca el encuentro con ella misma. Explora sus sentimientos, ideas y principios; intenta reafirmar una libertad por la que lucha constantemente, que alcanza, acaricia, desea para sí, la siente suya y la deja ir, porque es la misma de millones de personas en el mundo.
En el trabajo de Alejandra encontramos esa doble perspectiva del trabajo artístico de Alejandra Peña: Palabras y colores, pintura y poesía que se entremezclan, se conjuntan y complementan para lograr un fin primordial: comunicarse con el mundo, expresarle su sentir y sus anhelos.
Los poemas nos llevan por un viaje interior, a veces doloroso, triste, melancólico, pero siempre en busca del ideal. Las pinturas, de igual manera, nos invitan a conocer y encontrar la razón de ser. Ambas demuestran que es posible la búsqueda del arquetipo y son muchas las formas en que se puede expresar. Simplemente, cada persona debe encontrar su propia forma de expresión.
Alejandra Peña parte de su tierra natal, Nicolás Romero, y de allí ha llevado su pintura a los municipios vecinos, logrando gran aceptación. Sus poemas, sin perder o tener una importancia menor, habían mantenido hasta ahora un discreto segundo plano, como acompañantes y complemento de la obra pictórica, durante las exposiciones que ha realizado la autora por una amplia región del Estado de México.
Hoy son los poemas los que llevan la titularidad y buscan por su cuenta y riesgo el reconocimiento de los lectores. Pero es impensable que no compartan créditos con sus hermanas, las pinturas, que compiten con la magia y fuerza que les brinda su colorido.
Ambas, poesía y pintura, tienen la particularidad de presentarnos el mundo de Alejandra Peña a través de imágenes que se complementan y explican mutuamente; página a página, encontramos imágenes verbales o pictóricas que no son otra cosa sino sentimientos. Sentimientos de colores. Uno se descubre repitiendo los versos mientras observa la pintura y creando imágenes plenas de colorido al leer los poemas.
Ambas, poesía y pintura, tienen la particularidad de presentarnos el mundo de Alejandra Peña a través de imágenes que se complementan y explican mutuamente; página a página, encontramos imágenes verbales o pictóricas que no son otra cosa sino sentimientos. Sentimientos de colores. Uno se descubre repitiendo los versos mientras observa la pintura y creando imágenes plenas de colorido al leer los poemas.
Te invitamos a que asistas a la presentación del libro de poesía “Sentir, Antología de un náufrago”, de Alejandra Peña Alcántara. La cita es el 30 de octubre a las 5:30 de la tarde, en el Teatro Centenario, en el Centro de Nicolás Romero. No faltes, la entrada es libre.
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